En mi experiencia personal, hoy agradezco profundamente, todas las adversidades no deseadas que atravesé, porque fueron la puerta de entrada al Mundo Espiritual, y hoy, en el presente, me permiten valorar mi encarnación, para recorrer el camino que mi Alma vino a realizar.

En este rumbo me formé como Psicoterapeuta Transpersonal, incorporando lo esencial de cada disciplina para poder llegar a la esencia de cada SER y desprogramar la fuente que da origen al sufrimiento.

Yo les propongo tomar coraje y atreverse a bucear, en el gran océano de sus emociones, mirando con los ojos del Alma, todo aquello que necesitemos ver.